La técnica de micropercutánea utiliza una aguja de 4,85F con óptica
incorporada (all-seeing needle) que permite su introducción en un solo
paso. Esta técnica presenta dos diferencias fundamentales respecto a la
técnica estándar; la dilatación no es necesaria y la vaina de Amplatz no
se utiliza. Uno de los principales problemas de no utilizar una vaina
es el incremento de la presión intrarrenal y las posibles consecuencias
derivadas de ello.
Penbegui y cols proponen la utilización de un Angiocath de 14 G (6,6 Fr)
como vaina de Amplatz, para preservar la microóptica del sistema
all-seeing needle, y mejorar la visibilidad al poder extraer la óptica
para limpiarla. Sin embargo, tiene el inconveniente de su longitud (45
mm), que limita la técnica prácticamente a niños de corta edad con una
distancia entre la piel y el cáliz inferior a 4,5 cm. Además, el
angiocath es blando, lo que lo convierte en un material colapsable y con
facilidad para doblarse.
Por ello, parece que el uso de una microvaina es factible y segura en la
técnica de micropercutánea, aunque habrá que esperar a obtener datos
más consistentes de esta modificación a la técnica de micropercutánea.
Penbegui N, et al. Microsheath for Microperc: 14-Gauge Angiocath. J EndoUrol 2013 (27); 7: 835-839. http://bit.ly/1amWPXk
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